En el año 2009, pacientes con endometriosis, tuvimos la fortuna de conocernos, compartirnos nuestras historias y nos dimos cuenta de que todas habíamos pasado por lo mismo; largos tratamientos sin resultado, un peregrinar de médicos, cirugías y diagnósticos mal hechos.
Entendimos que la endometriosis no tiene cura. Si se atiende a tiempo o si su desarrollo es leve se puede controlar, pero también, puede ser una enfermedad muy difícil y complicada cuando invade nuestros órganos y cuando se llega a afectar la fertilidad.
En México hay un promedio de diagnóstico de 9 años y hay muy pocos ginecólogos que conocen y saben operar la endometriosis. Ésta enfermedad afecta no solo físicamente, también emocionalmente, debido a que es una enfermedad aún desconocida.
Hay una severa incomprensión de toda la gente cercana o no a nosotras e incluso de médicos.
Muchas pacientes hemos escuchado decir que el problema está en nuestra cabeza y que necesitamos a un psiquiatra.
La endometriosis nos cambió la vida, pero todas las pacientes con endometriosis tenemos sueños en común: investigación acerca de la endometriosis, que cuando se mencione la palabra “endometriosis” cualquier persona la conozca, y lo más importante: Que se encuentre la cura.
En Endometriosis México, las pacientes, nos hemos unido, escuchamos a todas las que viven o han vivido lo que nosotras y hoy les decimos: “YA NO ESTAS SOLA”.
En este camino, se han unido a nuestra causa, mujeres sin endometriosis y amigos voluntariamente, juntos, estamos trabajando en este tan complicado camino amarillo para que nos toque a todas las mujeres con endometriosis, vivir estos sueños tan anhelados y que tengamos un trato DIGNO.